Decíamos hace unos días, que los cobots, o robots colaborativos, han supuesto una revolución en muchos procesos industriales. Ciertos procesos que antes hacían los humanos o grandes robots industriales, pueden ahora ser realizados de manera más segura, eficiente y limpia con esta nueva gama de robots. Uno de estos procesos es del que queremos hablar hoy, la soldadura.
La soldadura realizada por personas tiene varios inconvenientes desde el punto de vista empresarial.
- Inconsistencia en la calidad. Los humanos no realizamos las tareas de la misma manera y cometemos errores. Esto impacta en la calidad de la soldadura.
- Problemas para encontrar trabajadores cualificados de calidad.
- Alto coste de los trabajadores especializados.
- Problemas de seguridad de los trabajadores.
Cuando estos procesos se han querido sustituir por maquinaria industrial han surgido los siguientes problemas:
- Alto coste de las mismas
- Poca flexibilidad. Estas máquinas se suelen dedicar a una tarea o tipo de soldadura y no suele poder ser adaptada a otra.
- Alto tiempo de instalación y programación de los mismos.
- Altos costes de mantenimiento.
- Suelen tener gran tamaño y requerir mucho espacio. Las barreras de seguridad hacen que este espacio sea mayor.
Los cobots han solucionado muchos de estos problemas por sus características de bajo coste, adaptabilidad y sencillez..
Ventajas de los Robots Colaborativos en la soldadura.
Los robots colaborativos, con sus brazos articulados, son rápidos y sencillos de instalar y programar. Por lo tanto, también permiten mucha flexibilidad y adaptabilidad. No importa si es soldadura por arco, TIG, ultrasónica, por plasma o por puntos, el cobot es fácil de instalar. No necesitamos operarios especializados en cada tipo de soldadura, podemos programar a los cobots para realizarlas e ir moviéndolos de un tipo a otro.
Esto permite que, además, en picos y valles de producción, podamos cambiar a nuestros robots y dedicarlos a otros procesos. Lo que nos permite ahorrar costes y asumir picos de producción sin problemas.
Los trabajadores especializados pueden dedicarse a colaborar con los cobots, en tareas más técnicas y en procesos de mayor valor añadido. Un sólo trabajador puede colaborar con varios robots, dada la seguridad de los cobots, permitiendo a nuestra empresa asumir más trabajo sin tener que esperar a poder disponer de los especialistas necesarios. Recordemos que los robots colaborativos pueden programarse para reducir su velocidad o pararse cuando haya una persona cerca. Y no necesitan de barreras en su colaboración con las personas.
Los técnicos pueden dejar las tareas más peligrosas a los robots colaborativos, mejorando así la seguridad laboral, y también la satisfacción de los empleados en su puesto de trabajo. Un entorno laboral seguro es un entorno laboral agradable.
Los cobots permiten que no haya parones en la producción, con la mejora que eso supone para la línea de producción.
Su soldadura es, además, siempre igual y consistente, lo que permite mejorar en la calidad de los productos. Y obviamente podemos realizar soldaduras más precisas y pequeñas.